En la provincia turca de Mugla, se encuentra este lugar único que llama la atención de muchos extranjeros.

Algunos turistas tienen cierta fascinación por explorar destinos espeluznantes. Un lugar donde pueden hacer precisamente eso es Turquía, donde un pequeño pueblo ha permanecido abandonada durante 100 años.

Las ruinas de casas, iglesias y otros edificios se pueden encontrar en Kayaköy, un barrio de Fethiye en la provincia de Muğga, que alguna vez fue el hogar de cientos de personas, antes de que fuera evacuado.

Los últimos habitantes del lugar eran predominantemente ortodoxos griegos, pero se vieron obligados a abandonar sus hogares tras la guerra greco-turca de 1919-1922.

Esto se debió a la firma del Tratado de Lausana en 1923, que contenía un protocolo para un intercambio de población entre Grecia y Turquía. Prohibió permanentemente a los refugiados ortodoxos griegos regresar a sus hogares en Turquía.

De manera similar, también exigía que los ciudadanos musulmanes de Grecia abandonaran permanentemente Grecia y se dirigieran a Turquía.

Si bien la mayoría de las ciudades turcas evacuadas por los residentes ortodoxos griegos que partieron fueron felizmente reutilizadas por quienes regresaron desde Grecia, Kayaköy quedó vacía.

Algunos dicen que esto se debió a que la gente se desanimó por los rumores de que había fantasmas viviendo en el pueblo. De cualquier manera, las casas quedaron abandonadas y ahora funcionan como un museo de la época, con algunos de los edificios aún en buenas condiciones.