El 82% de los niños menores de 11 años navegan la web sin el acompañamiento de un adulto ni las herramientas adecuadas.

La conciencia sobre el impacto de las acciones en línea es crucial para formar ciudadanos digitales responsables. y, por eso, contar con una plataforma digital en la escuela es un buen punto de partida para hacer que todas estas cosas sucedan desde la primera infancia.

Fomentar el desarrollo de competencias comunicativas en niños y adolescentes es clave para su inserción y desempeño en cualquier ámbito. Y poner la atención en los procesos de alfabetización y desarrollo de la lectura es la base para promover este desarrollo. Pero hoy debemos atender a otros lenguajes, otros espacios de comunicación que suponen otras competencias comunicativas.

Que niños y adolescentes conozcan el uso operativo de distintos dispositivos o que, al menos, les resulte amigable explorar su funcionamiento, no significa que tengan las competencias necesarias para comunicarse en entornos digitales. Es decir, hoy no solo es necesario promover la alfabetización sino, además, la multialfabetización, para garantizar la inserción adecuada de los ciudadanos en distintos ámbitos.

La multialfabetización hace referencia a las diferentes formas de alfabetismos que se requieren para acceder, interpretar, comunicar y participar en los nuevos entornos emergentes de nuestra sociedad. En un mundo cada vez más digitalizado, la alfabetización ya no se limita únicamente a la capacidad de leer y escribir.

El ámbito educativo enfrenta un desafío creciente en términos de comprensión, ya que el escenario se ha vuelto más complejo con la incorporación de nuevos modos y espacios en los que se lee, así como la multiplicidad de lenguajes posibles para comunicar: visual, icónico, audiovisual, etc. Se trata de comprender mensajes diversos; seleccionar información de manera crítica; comunicar de manera asertiva, pertinente y eficaz; participar de intercambios en distintos espacios y modos; construir colaborativamente en espacios virtuales; conformar redes. Estas habilidades claramente están dentro del espectro de la comunicación. Pero el mundo digital involucra otras competencias que comprenden el ámbito personal y socioemocional: la protección de datos personales; la conciencia sobre nuestra huella digital; la conformación de nuestra identidad integral (con o sin pantallas).

La multialfabetización, por tanto, abarca una gama amplia de habilidades, que son necesarias para la inclusión social. En este contexto, es esencial que los educadores, de cualquier área del conocimiento y de cualquier nivel educativo, adoptemos estrategias clave para fomentar la multialfabetización en el aula y promover el desarrollo de la ciudadanía digital en niños y adolescentes.

Debido al acceso cada vez más temprano de niños y niñas a espacios digitales (videojuegos, redes sociales), estas habilidades deben comenzar a desarrollarse antes de la escolaridad. El 82% de niños de entre 7 y 11 años transita por algún espacio de internet, muchas veces sin el debido acompañamiento de un adulto ni las herramientas adecuadas para hacerlo. Por eso, para cuando la escuela recibe a estos niños, ellos traen conocimientos y experiencias previas sobre estos espacios, lo que no significa que sepan utilizarlos adecuadamente, con criterio y responsabilidad.

Incorporar de manera activa la tecnología en el proceso educativo genera múltiples oportunidades para fortalecer a los niños en sus habilidades digitales, tanto desde el punto de vista operativo, como en el desarrollo de competencias comunicativas y el fortalecimiento de ciudadanía. Plataformas interactivas, recursos multimedia, espacios colaborativos y herramientas digitales enriquecen el proceso de aprendizaje, permitiendo a los estudiantes prepararse para el mundo en el que deberán insertarse.

Por otro lado, promover la búsqueda y selección de información permite a los estudiantes desarrollar su pensamiento crítico para discernir entre fuentes confiables y no confiables, así como su pensamiento científico para hacerse preguntas y comprender el propósito y contexto de la información que consumen.

Todas estas son competencias, es decir, saberes que se construyen en el ejercicio, en el hacer. En este sentido, es necesario pensar para todas las áreas del conocimiento proyectos que involucren la creación y presentación de contenido en diversos formatos. Esto no solo mejora las habilidades de expresión, sino que también familiariza a los estudiantes con las diferentes formas de comunicación en la era digital.

Es fundamental considerar que todas estas propuestas nos abren una gran oportunidad para trabajar aspectos relacionados con la ética en línea, el respeto digital y la responsabilidad en el uso de la tecnología. La conciencia sobre el impacto de las acciones en línea es crucial para formar ciudadanos digitales responsables, capaces de interactuar de manera segura y saludable con otros en la web.

Por eso, contar con una plataforma digital en la escuela es un buen punto de partida para hacer que todas estas cosas sucedan desde la primera infancia. Un entorno digital institucional seguro que ofrezca recursos multimediales diversos favorece el desarrollo de competencias digitales y aprendizajes desafiantes y activos para la formación de niños y niñas del SXXI. Experiencias de aprendizaje que tengan al estudiante como protagonista.

En resumen, la transición de la alfabetización a la multialfabetización es esencial para preparar a los estudiantes para el mundo actual. Los educadores desempeñan un papel crucial al adoptar estrategias innovadoras que promuevan el desarrollo integral de habilidades, permitiendo que los niños y adolescentes se conviertan en ciudadanos digitales competentes y conscientes.